
Este blog pretende reflexionar acerca de como solemos mirar desde Occidente al mundo en general y a los países llamados "en vías de desarrollo" en particular. Acerca de qué consideramos "desarrollo" y las prácticas que lo han acompañado.
Si tiene algún sentido plantear un análisis como este, es sin duda el de intentar visibilizar que el “desarrollo”, - contrariamente a lo que se ha pretendido mostrar -, no ha existido en realidad, por sí mismo, de forma naturalizada sino que es fruto de unos procesos históricos concretos y fue establecido con unos objetivos precisos íntimamente ligados a occidente[1]. Después de más de medio siglo de hegemonía del desarrollo, existe hoy una amplia bibliografía crítica sobre el desarrollo y sobre las consecuencias sociales que este despliegue discursivo, teórico y práctico ha ocasionado en las poblaciones para las que supuestamente fue diseñado.
Por eso quisiera poder dar voz aquí a estas críticas y obligarnos en un sentido ético a tumbar la mirada hacia el pasado y los orígenes que permitieron que pudiera construirse un fenómeno que, sin lugar a dudas, colonizó, tal lo hicieron en su día los colonizadores, los pensamientos y los países, convirtiendo a la complejidad y diversidad de pueblos no occidentales o capitalistas en “subdesarrollados”.
Si las premisas de la colonización eran las de civilizar a los salvajes, las del desarrollo han sido las de, valga la redundancia, desarrollar a los países subdesarrollados, es decir; modernizarlos y hacerlos a imagen y semejanza de occidente, para librarlos de la pobreza y el atraso.
El desarrollo, desde sus orígenes ha postulado una inevitable desaparición de la diversidad cultural, a medida que las distintas poblaciones del planeta vayan constatando la mayor efectividad y superioridad de la cultura racionalista occidental, presuponiendo de forma universal, que todas las culturas del mundo, como una masa homogénea quieren convertirse en “nosotros.”
En medio de la coyuntura actual debemos reflexionar hoy más que nunca acerca de dónde estamos yendo y la necesidad de poder articular todos estos fenómenos complejos de otra manera, superar de una vez el desarrollo. Así, pretendo contribuir del mismo modo a una reflexión crítica y constructiva que a la vez que nos ayude a (des)cubrir que hay otras formas de ver, entender y vivir el mundo.
[1] A lo largo del BLOG referiré a occidente en el sentido de E. W. Said, como reflejo de una historia, tradición y construcción de pensamiento concreto, no como ideal esencializado, natural, no cambiante.